El mal llamado “carril bici” de la cuesta de San Vicente, funcionaba en ese momento, como “acera bici”, la solución adoptada ha sido segregar la zona de circulación de vehículos y personas con una valla separadora.

 

Además, en algunos puntos de la Plaza, los sistemas de encaminamiento de pavimentos podo-táctiles, destinados a posibilitar las condiciones de seguridad y autonomía de las personas con discapacidad visual o intelectual cuando se desplazan por grandes espacios abiertos, conducían directamente a alcorques de árboles o a zonas peligrosas; estos sistemas de encaminamientos han sido revisados, en colaboración con CERMI Comunidad de Madrid, modificados y/o eliminados, en el caso de no ser seguros para las personas.

 

Aún quedan reformas pendientes, se están remodelando algunas de las zonas infantiles, y la parte central de la plaza debe adecuarse. La delegada del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero, se ha comprometido personalmente a remodelar esta zona, tras mantener un encuentro CERMI Comunidad de Madrid.

 

Estas medidas pendientes se incluirán en el presupuesto del Ayuntamiento para el año 2023. CERMI Comunidad de Madrid agradece al Ayuntamiento de Madrid su disposición de llevar a cabo estas modificaciones y confía en que la accesibilidad siga siendo uno de los objetivos prioritarios para el Consistorio madrileño.